El seleccionador de Francia, Didier Deschamps, no se mordió la lengua en el descanso de la final del Mundial de Catar. Y es que el técnico llegó al descanso realmente enfadado y protagonizó una auténtica rajada, según una información de ‘TF1’.
«Esperábamos esto, estábamos advertidos. No tuvimos la actitud necesaria ni encontramos respuestas. Estamos abajo 2-0, pero todavía nos quedan 45 minutos», empezó diciendo el preparador galo, que luego criticó la poca intensidad de los suyos.
«Realmente ellos salieron a jugar la final de un Mundial, no fue nuestro caso lamentablemente. Tendremos que cambiar muchas cosas para ponerlos en problemas, volver al marcador y pelear», concluyó el entrenador antes de empezar la segunda parte.
Este cambio de guion llegó en los minutos finales con el doblete de Mbappé en dos minutos. Sin embargo, el 3-3 tras los 120 minutos provocaron una tanda de penaltis en la que no pudo repetir campeonato del mundo como en Rusia 2018.