
Las fuerzas armadas de Tel Aviv atacaron la mezquita Al-Ansar dentro del campo de refugiados más grande de la Cisjordania ocupada, argumentando que debajo existiría un centro de operaciones de Hamás y la Yihad Islámica.
En La Cumbre por la Paz, los mandatarios árabes y musulmanes exigieron que Israel cese inmediatamente su ofensiva en la Franja de Gaza, mientras Europa recalcó el «derecho de Israel a defenderse» dentro del marco del derecho internacional.
Además, las agencias de Naciones Unidas hicieron un llamado para el alto al fuego a dos semanas del estallido de la guerra y un primer convoy de ayuda humanitaria entró a Gaza desde Egipto.