
El Barcelona ganó 1-2 en Balaídos a un desafortunado Celta de Vigo, y aunque no ha perdido un solo partido de Liga como visitante, sigue, también, caminando hacia ninguna parte, sin saber a qué juega.
El triunfo del Barcelona llegó gracias a un penalti cometido por Fran Beltrán sobre Lamine Yamal en tiempo añadido. Y lo hizo lanzando dos veces el penalti Robert Lewandowski, a quien Vicente Guaita le atajó el primero, pero se adelantó antes de que disparara el polaco, que no falló el segundo intento. 1-2 final en un partido, otro, terrible del todavía campeón.