Al menos dos personas han perdido la vida en Nepal después de un enfrentamiento entre manifestantes que pedían la restauración de la monarquía y la Policía.
La violencia ocurrió el viernes en el este de la capital, Katmandú, durante una protesta organizada por grupos leales al exmonarca Gyanendra Shah.
El Ministerio del Interior informó que uno de los manifestantes falleció mientras recibía atención médica en el hospital, mientras que un canal de televisión local reportó que uno de sus empleados murió cuando el edificio desde el que estaba filmando se incendió.
También hubo varios heridos, tanto entre los manifestantes como entre los policías, lo que llevó al Gobierno a imponer un toque de queda en algunas zonas de la ciudad.
La concentración, cerca del aeropuerto, se había planeado como una manifestación pacífica, pero surgieron problemas cuando algunos manifestantes, viajando en una camioneta blanca, chocaron con la barricada policial, lo que provocó la respuesta de la Policía con disparos de gas lacrimógeno y chorros de agua a la multitud.
En otro punto de la ciudad, miles de personas que apoyan el sistema republicano de Gobierno se reunieron en una contramanifestación.
Este grupo estaba compuesto principalmente por figuras de los partidos opositores, liderados por los maoístas, quienes lucharon en una rebelión armada entre 1996 y 2006 para derrocar a la monarquía.