
El propio canal libanés confirmó que dos de sus empleados estaban entre las víctimas y que una tercera persona asesinada era un periodista local y colaborador del canal. El comunicado expresa que «La corresponsal Farah Omar y el camarógrafo Rabih Me’mari murieron en un ataque israelí».
En esa dirección, el director de Al Mayadeen, Ghassan bin Jiddo, denunció que «fue un ataque directo, no fue casualidad», y recordó que el ataque se produjo después de una decisión del gobierno israelí este mes de bloquear el acceso al sitio web del canal.
