El líder del sector transporte, Wilmer Cálix, expresó que uno de los problemas más graves que enfrenta este sector es la extorsión, un problema que ningún gobierno ha logrado controlar, a pesar de las diversas estrategias implementadas, incluyendo el uso de los fondos de la Tasa de Seguridad. Según Cálix, dichos fondos se utilizaron para comprar aviones presidenciales y construir bunkers, pero no para combatir la extorsión.

“El fin de la tasa de seguridad era combatir la extorsión y no funcionó, con ese dinero solo compraron el avión presidencial, construyeron un búnker”, explicó Cálix.

Además, señaló que actualmente se siguen utilizando fondos para adquirir equipo de seguridad, mencionando que las extorsiones en el sector del transporte se realizan principalmente a través de llamadas. Por lo tanto, insistió en la necesidad de validar los datos en el sistema de telefonía móvil del país.

En cuanto al proceso político electoral, Cálix indicó que como sector transporte no han escuchado a ningún precandidato presentar propuestas relacionadas con este problema que afecta a todo el país.

“Ningún precandidato político se ha acercado a los transportistas con propuestas que den soluciones a la extorsión”, concluyo.