Casi la mitad de la red está caída, según el Gobierno de Ucrania.
La última ola de bombardeos rusos ha dejado a más de diez millones de personas sin suministro eléctrico en Ucrania, según el presidente, Volodimir Zelenski, que ha prometido hacer «todo lo posible» para «normalizar» la situación en el plano energético. Las fuerzas rusas han lanzado esta semana decenas de misiles sobre territorio ucraniano, de nuevo con las infraestructuras energéticas como objetivo prioritario.
Las autoridades locales llevan semanas advirtiendo a la población de posibles cortes y pidiendo medidas de ahorro. El Gobierno, por su parte, lleva a cabo cortes temporales y previstos pero, como ha reconocido Zelenski en un discurso a la nación, también se producen otros de «emergencia». Las regiones de Vinitsia, Odesa, Sumi y Kiev son las más afectadas por los últimos ataques.