Este miércoles 28 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes, una fecha que es mal interpretada por el mundo debido a que se considera como un momento para hacer bromas y malas jugadas, pero que tiene un origen macabro.

La fecha recuerda a aquellos niños menores de dos años que fueron ejecutados en Belén por el rey Herodes I «El Grande», quien buscaba matar al niño Jesús en vista de que una profecía el Antigua Testamento establecía que «cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones».

Y Jesús nació en Belén de Judea, cuando precisamente gobernaba el rey Herodes.

Origen de los Santos Inocentes

Dado que los niños menores de dos años no tienen conciencia del pecado, cada 28 de diciembre la iglesia Católica celebra esta fecha para recordar a todos los niños de Belén que fueron asesinados en una fecha como esta.

Pese a ello, según el evangelio en San Mateo 2:3-8, la matanza sucedió después de la visita de los Reyes Magos a Jesús de Nazaret, por lo que en realidad la celebración debería ser después del 6 de enero.

Algunas de los juegos se dan en las redes sociales, enviando mensajes o realizando publicaciones haciendo cualquier tipo de bromas pesadas o inesperadas sobre temas personales o generales.

En otras partes del mundo se suele cambiar la hora de todos los relojes de la casa para que la víctima se desoriente y piense que va tarde al trabajo o escuela.

En Estados Unidos, por ejemplo, el Día de los Inocentes se celebra el 1 de abril, pero como Día Internacional de las Bromas en los trabajos.

Pero las bromas en esta fecha se dan en todo tipo de sitios, medios y sociedades.