Fueron desalojados un grupo de migrantes venezolanos que permanecían en un campamento improvisado a orillas del Río Bravo, en ciudad Juárez, México.
Según medios locales, la razón detrás de esta decisión fue el riesgo de incendio que, para la protección civil mexicana existía por las fogatas que los migrantes encendían cerca de las tiendas de campaña para mitigar el frío.
Autoridades de la nación azteca habrían indicado a los migrantes que serían reubicados en albergues pese a que los reportes de distintas ONG’S denuncian que no hay lugares disponibles.
Durante los desalojos se presentaron forcejeos entre migrantes y agentes de policía por lo que algunas personas resultaron heridas.