Para un cholutecano que viaja desde cualquier rincón del país o del mundo, cruzar el puente colgante sobre el río Grande significa llegar a casa y apreciar la imponente estructura construida de metal, que en sus más de 80 años solo ha recibido mantenimiento una vez y fue en el año 2002.
El óxido en las estructuras laterales, son la huella del abandono del gran monumento nacional en especial en los pernos que están llegando al punto de corrosión.
Instamos a la corporación municipal de Choluteca, para que tome acciones y los diputados puedan gestionar un pronto mantenimiento.
Una estructura tan esplendorosa como el puente Choluteca, no puede estar en el olvido y debe ser atendida de inmediato.