Con la ilusión de crear una aduana para facilitar la libre movilidad de personas y productos, autoridades del municipio de Mercedes, en Honduras; se reunieron con sus homólogos del municipio de San Fernando Chalatenango, de El Salvador.
El encuentro de acercamiento comunitario se realizó en la comunidad de El Coral, en el municipio de Mercedes, junto al río Sumpul, en la zona fronteriza entre Honduras y El Salvador.
Estos dos pueblos se ven como hermanos desde hace mucho tiempo atrás, pero debido a la constante emigración, están divididos por un cerco que imposibilita el paso de personas de ambos países.
Según el alcalde de este municipio fronterizo, Juan Ángel Hernández, la reunión es algo que han venido planificando con su homólogo del municipio de San Fernando Chalatenango, Carlos Josué Álvarez Rivera.
Según el edil, esperan pronto solucionar este problema que impide el libre paso, “ya que muchos de nuestros vecinos son los más afectados, ya que desde acá se abastece el mercado salvadoreño con verdura y otros productos”.
“Es urgente que se abra una aduana, tal como lo hemos soñado desde hace tiempo, y de igual manera, hoy que estamos acompañados del gobernador político de Ocotepeque y autoridades salvadoreñas, esperamos que esto sea una realidad, ya que ambos pueblos somos afectados”, señaló.
La comisión de diálogo fue acompañada por el representante de Aduanas, Ramón Peña; y el delegado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Wilfredo Serrano Muñoz, “y esto es un buen comienzo”, manifestó Hernández.
Además, agregó que “esta no es la primera ni la última reunión que estamos haciendo, siempre estamos en contacto con mucha gente de nuestro municipio que están de acuerdo con que creemos una aduana”.
El edil explicó que, de crearse la aduana, evitarían “ir a dar una vuelta a Ocotepeque, recorriendo más de 70 kilómetros hasta El Poy, esto haría más fácil el traslado de personas, esperamos que esto sea una realidad”.
Por su parte, el alcalde de San Fernando Chalatenango, Juan Josué Álvarez, llegó acompañado por representantes del Plan Trifinio y manifestó que “esto es una causa justa y valiente, esperando que haya una solución al problema”.
Contó que el problema “se agudizó después de la pandemia, son tres años, mantenemos una relación amistosa y esto creo que vale la pena; la reunión fue un esfuerzo que se quiere y esperamos se normalice”.
Lamentó que la restricción para el ingreso y salida de personas afecta ambos países y que, en el caso de su municipio, se beneficiaría a unos 3,600 habitantes si se creara la aduana.
Álvarez enfatizó que “estamos claros que con un cerco así, como este, no podemos vivir toda la vida, es por eso que estamos preocupados…”.
“… ya van varios intentos de esto y hoy que se hace realidad esta reunión, esperamos que el Gobierno de Honduras haga algo para salir de esto, ya que nos sentimos afectados”, dijo para finalizar.
