El inquietante caso del abuelo encarcelado por supuestamente dejar a sus nietos solos en un día sofocante ha conmocionado a la comunidad de Spring, en el condado Harris de Texas. Kevin Turner, un hombre de 53 años, fue arrestado el pasado lunes y enfrenta cargos por poner en peligro la vida de los menores a su cargo.

La Oficina de la Policía del Precinto 4 del Condado Harris reveló que los niños, de edades comprendidas entre los 9 y los 16 años, estaban bajo la custodia de Turner, ya que su hija no podía hacerse cargo de ellos. Fue a raíz de una llamada de bienestar que los agentes acudieron a la residencia en cuestión el 19 de junio, alrededor de las 15:54 horas.

Al llegar a la vivienda, ubicada en la cuadra 17400 de la calle Rolling Creek, los oficiales descubrieron una escena desoladora. Los niños estaban solos y sin supervisión, mientras que las temperaturas alcanzaban los 98 grados Fahrenheit en el área. Lo más alarmante fue que todas las habitaciones, excepto la del abuelo, carecían de aire acondicionado, exponiendo a los menores a un riesgo considerable.

La falta de alimentos también fue evidente en el hogar. Los oficiales encontraron dos pequeños refrigeradores cerrados con candados, y al abrirlos descubrieron que contenían comida, pero aparentemente solo el abuelo tenía acceso a ella. Los niños se encontraban desamparados en ese aspecto, sin poder satisfacer sus necesidades básicas de alimentación.

Además de las condiciones inhóspitas, la casa estaba en un estado deplorable. Los investigadores se encontraron con cucarachas que invadían todas las áreas, lo que agravaba aún más la insalubridad del entorno en el que los niños se veían obligados a vivir.

Ante estos hechos alarmantes, la comunidad local se ha mostrado consternada y exige justicia para los menores afectados. El abuelo, Kevin Turner, deberá enfrentar las consecuencias legales de sus acciones y rendir cuentas por poner en peligro la vida de los niños a su cargo. Mientras tanto, se espera que las autoridades tomen las medidas necesarias para salvaguardar el bienestar y la seguridad de los menores, asegurando que reciban el cuidado y la protección adecuados que merecen.