
China lanzó el viernes una sonda para alcanzar la cara oculta de la Luna y regresar con muestras que podrían proporcionar información sobre las diferencias entre la región menos explorada y la cara cercana más conocida.
La misión no tripulada, denominada Chang’e-6 (en honor a la diosa china de la Luna), tiene como finalidad traer de vuelta a la Tierra muestras de regolito de la parte del satélite natural que no se puede observar desde nuestro planeta. Si la misión tiene éxito, China se convertirá en el primer país en la historia en lograr tal hazaña. Los científicos esperan que la recuperación de material del lado oculto de la Luna, apenas explorado, proporcione valiosa información sobre el origen y la evolución del sistema Tierra-Luna.
Más sobre la misión Chang’e-6
Chang’e 6 forma parte de la cuarta fase del programa de exploración lunar chino. De acuerdo con medios estatales, al igual que su predecesora (Chang’e 5), estará conformada por un orbitador y un módulo de aterrizaje, así como por un módulo de ascenso y otro de reentrada.
El proceso operativo de la Chang’e 6 comenzará una vez que alcance la órbita lunar. En ese momento, sus cuatro componentes deberán separarse en dos partes: el orbitador y el módulo de reentrada permanecerán en la órbita, mientras que el módulo aterrizaje y de ascenso descenderán suavemente en la zona sur del cráter Apolo, situado en la cara oculta de la Luna.