El sector cafetalero hondureño confía que los procesos de comercialización internos del grano aromático mejoren en un momento que el precio en el mercado internacional ronda los 151 dólares el saco, ingreso insuficiente para compensar los altos costos de producción.
Los valores del precio del café a nivel internacional son temporales y van cambiando, en ese contexto, los procesos de comercialización internos van a mejorar consideró el productor David Valeriano.
La semana pasada se estaba dando la situación de bajas en el precio, por ende, las exportadoras habían detenido el proceso de comercialización de compra-venta interna con los productores nacionales por la incertidumbre que causa esta situación.
El tema de la falta de compra principalmente de las exportadoras de café con los productores provoca una acumulación del grano. “Esperaríamos que se regule la situación de los precios y la fertilización es muy importante para la producción”, agregó Valeriano en cuanto al proceso de comercialización nacional que toma en cuenta los precios de compra a nivel internacional.
“Las condiciones del clima que están imperando en Brasil (que es el referente en el mercado) son buenas y el cafetalero depende de cómo le va a Brasil. En las noticias de la semana pasada se informaba que el régimen de lluvias se estaba normalizando y aparentemente la producción iba a ser normal”, señaló.
David Valeriano catalogó como muy positivo y de mucho beneficio, las entregas del Bono Cafetalero que realiza la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) nivel nacional en apoyo a pequeños productores con sus procesos de fertilización del grano. Honduras está por cerrar su cuarto mes de la cosecha 2022/23 con la expectativa de exportar 7.2 millones de quintales y captar 1,500 millones de dólares en divisas, sin embargo, en los primeros tres meses del ciclo productivo (de octubre a diciembre) se confirmó caída en el volumen de venta.
La problemática en esta temporada pico se agudiza cuando los dueños de fincas reportan escasez de mano de obra para cortar el grano, por tanto, se ven obligados a buscar trabajadores en países vecinos, presionando los costos de producción.