Barcelona vivió una gran fiesta culé con motivo del título de Liga ganado por el Barça. La celebración, que duró más de tres horas y media, culminó con fuegos artificiales en el Arc de Triomf, después de recorrer las calles principales de la ciudad.
Unas 80.000 personas se congregaron, según cifras preliminares de la Guardia Urbana, para acompañar al equipo desde los alrededores del nuevo Camp Nou hasta el corazón de Barcelona. Jugadores, cuerpo técnico y trofeos —Liga, Copa del Rey y Supercopa— viajaron en un autobús descapotable envueltos en un ambiente de fiesta, entre banderas, bengalas, cánticos y confeti.
Durante la rúa, se vivieron momentos especiales como Lamine Yamal liderando cánticos, o Raphinha luciendo un gorro blaugrana y el brazalete de capitán. Incluso se vio al portero Szczesny compartir una broma con Marc Bernal, generando risas entre los jugadores.
Los futbolistas no ocultaron su emoción. Ter Stegen destacó la conexión con la afición, mientras que Fermín López calificó la celebración de «increíble». Gerard Martín la describió como un sueño hecho realidad, y Ronald Araújo envió un mensaje optimista: «Nadie creía en nosotros al principio, y aquí estamos. Ahora vamos por la Champions, confíen».
La jornada concluyó a las 21:40 horas con un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo de la ciudad condal, cerrando una noche mágica para el barcelonismo.