
Eduard Romeu, vicepresidente económico del FC Barcelona, aseguró que el Barcelona no ha podido rebajar la deuda estructural que mantiene (1.350 millones de euros sin contar con los 1.500 millones de inversión del Espai Barça) y está convencido de que la rebaja de la misma se producirá cuando se destinen “ingresos extraordinarios” procedentes del nuevo Spotify Camp Nou a ello.
Así lo aseguró en un encuentro informal con periodistas el responsable económico azulgrana. “Hemos reestructurado la deuda hasta diez años, máxima prudencia”, solicitó Romeu.
El club no está peor que hace dos años y medio
No está de acuerdo el vicepresidente económico con la afirmación de Víctor Font, candidato en las últimas elecciones, de que el club está en una situación peor que hace dos años y medio.
“Esto no es así”, dijo y recordó que incluso la directiva de Joan Laporta tuvo hasta que pedir un crédito de 200 millones para pagar las nóminas de aquel mayo de 2021.
“Cuando llegamos hasta se habían borrado los correos electrónicos (de los servidores), pedimos dos años de paciencia en la vertiente patrimonial y en la deportiva y en este último caso hemos acortado un año”, indicó.
Romeu quiere que el club obtenga “resultados positivos recurrentes sin la utilización de palancas” y aspira a volver a “números negros” en la temporada 2023-24.
Rebaja salarial de 708 millones a 528 millones
La masa salarial prevista para el próximo ejercicio alcanza los 528 millones de euros, sin contar altas y bajas de jugadores, cuando era de 708 millones en el momento en el que la directiva de Joan Laporta tomó el mando del club.
Además Romeu desveló que de esos 528 millones, 90 corresponden a la masa salarial de las secciones y 51 millones de cinco jugadores con los que el club no cuenta (Lenglet, Umtiti, Dest, Collado y Gustavo Maia). El vicepresidente comentó que también heredaron 389 millones en salarios diferidos, de los cuales aún restan por pagar 70 millones.