La célula criminal del Cartel del Golfo de México en Centroamérica, denominada como banda de “Los Castillo”, durante años impuso el terror en la zona sur de Honduras mediante muertes múltiples y homicidios.
El terror que impuso fue tal que nadie se metía al tráfico de drogas en esa zona del país, considerados el brazo armado en Honduras de esa mencionada estructura de narcotraficantes mexicanos con tentáculos en varios países de América y Europa.
La banda de “Los Castillo” se conformó en Honduras, desde hace años, según entes de seguridad y operando principalmente en la zona sur y oriente. Era liderada por los hermanos José Adán y Dimas Arturo Castillo Velásquez, actualmente están recluidos en el Centro Penitenciario de Morocelí, El Paraíso, esa agrupación comenzó a “traquetear” drogas desde el corredor del sur a vista y paciencia de las autoridades de seguridad del pasado.
Mediante pasaban los años, “Los Castillo” estrecharon nexos criminales con miembros del Cartel del Golfo, uno de los más violentos de México. Crecieron en su ciudad natal, de El Triunfo, Choluteca, provocando hechos violentos, atemorizando e intimidando a poblaciones completas, mediante actividades del narcotráfico.
Esa agrupación criminal es considerada por la Dirección Policial Anti Maras, Pandillas y Contra el Crimen Organizado (Dipampco), como una de las violentas que han operado en el país.
Producto de las actividades delictivas, “Los Castillo” lograron construir un imperio criminal capitalizado en el rubro de bienes inmuebles; viviendas, terrenos y como es común, entre las bandas del narcotráfico, carros de lujo.
Con el fin de seguir agenciándose recursos financieros mal habido, estructuraron varias sociedades mercantiles, logrando lavar millonarias sumas de dinero. Según la Dipampco y el Ministerio Público (MP), mediante el tráfico de drogas y blanqueo de capitales, “Los Castillo” adquirieron potentes armas, conformaron un brazo armado de exterminio de rivales.
Las actividades delictivas llamaron tanto la atención que comenzaron a ser perseguidos por las autoridades, los hermanos Castillo Velásquez, cabecillas fueron los primeros en caer.
Seguidamente, les tocó el turno a los subalternos, entre ellos un hermano de los primeros de nombre Francisco Javier Castillo Velásquez, alias “El Negrito”, quien conformó las filas de la Policía Nacional.
Posteriormente fueron capturados otros cabecillas de la banda de “Los Castillo”, entre ellos una fémina de nombre Abigail López Hernández y José Adán Castillo Escalante, también guardando prisión.
