La Policía de Sudáfrica informó que más de 550 manifestantes fueron arrestados el psado lunes durante las protestas convocadas por el partido opositor Luchadores por la Libertad Económica (EFF), las cuales piden la dimisión del presidente Cyril Ramaphosa y el fin de los cortes de electricidad.
La portavoz de las autoridades, Athlenda Mathe, aseguró que fueron detenidos “los protestantes por, entre otros, violencia pública, intimidación, daños a infraestructuras cruciales, robo e intento de saqueo”.
Mathe precisó, además, que las fuerzas de seguridad confiscaron, al menos, 24.300 neumáticos «que habían sido dispuestos estratégicamente para actos criminales».
Según reportes, la policía usó balas de goma para dispersar a manifestantes que bloquearon con piedras y gomas quemadas varias carreteras desde Seshego hasta Polokwane, en la norteña provincia de Limpopo.
No obstante, durante el acto central de las protestas en la Plaza de la Iglesia, en Pretoria (una de las capitales), no se reportaron disturbios o hechos de violencia y la policía no tuvo que intervenir dado el comportamiento pacífico de los activistas.
Miles de personas protestaron este lunes en varias ciudades sudafricanas para exigir la dimisión de Ramaphosa en un paro nacional convocado tanto por EFF como por la Federación Sudafricana de Sindicatos (Saftu), una de las principales organizaciones obreras del país.
Las protestas se deben a la alta tasa de desempleo en Sudáfrica que, aunque descendió a finales del 2022 por cuarto trimestre consecutivo, se cifra aún en el 32,7 por ciento.
Además, los manifestantes marcharon contra la grave crisis energética que atraviesa Sudáfrica, cuya economía se ha visto golpeada por constantes apagones rotativos durante el último año, causados, también, por el mal estado de la red eléctrica, dependiente casi en su mayoría de la empresa estatal Eskom.
