
En el corazón del departamento de Comayagua, uno de los municipios más antiguos de Honduras, se encuentra el pintoresco pueblito de Ajuterique. Fundado en 1950, este encantador rincón de Honduras lleva consigo una historia rica y un nombre que proviene de la lengua lenca, que significa “Piedra de las iguanas”. En el náhuatl, Ajuterique también tiene un significado especial: “Al pie de las montañas”. Pero lo que realmente distingue a este lugar es su sobrenombre cariñoso: “Pueblo Humilde”.
Ajuterique es un tesoro que combina la estructura colonial con la frescura de la creatividad moderna. Las calles empedradas y las casas con fachadas de colores brillantes dan la bienvenida a los visitantes con un ambiente acogedor y vibrante. Los pobladores locales han convertido su pueblo en un lienzo vivo, adornando las paredes de las casas con murales llenos de color y significado. Cada rincón de Ajuterique cuenta una historia a través de sus pinturas, convirtiendo al pueblo en un auténtico museo al aire libre.

Pero Ajuterique no solo es un lugar para admirar arte callejero; es también un destino “selfie” por excelencia. Los visitantes de todas partes vienen a capturar la belleza de los murales y las calles pintorescas. Cada esquina es una oportunidad para una foto única que te transporta a un mundo de colores y creatividad.
