Una tormenta invernal de una rara intensidad barrió Estados Unidos este viernes, provocando cierres de rutas y aeropuertos en gran parte del país en víspera de Navidad.
“Más de 240 millones de personas (más del 70% de la población) están afectadas por alertas meteorológicas”, dijo el Servicio Nacional de Meteorología (NWS).
Las condiciones son muy peligrosas para la circulación, advirtieron las autoridades.
Se esperaba que millones de personas salieran a las carreteras y abordaran vuelos para estas vacaciones de Navidad y año nuevo, marcando un retorno a los niveles de movilidad previos a la pandemia.
Más de un 1,5 millones de estadounidenses estaban sin corriente eléctrica el viernes, sobre todo en Carolina del Norte y del Sur, Connecticut y Texas, según el sitio especializado Poweroutage.us.
“Por favor, tomen esta tormenta con extrema seriedad”, instó el jueves el presidente Joe Biden. “Animo a todos (…) a escuchar las advertencias a nivel local. Es serio”.
Más de 4.500 vuelos han sido cancelados y otros 5.900 postergados, según el sitio Flight Aware. Los aeropuertos más afectados eran los de Seattle (noroeste), Nueva York, Chicago (norte) y Detroit.
– Tormentas de nieve -El jueves, alrededor del 10% de los vuelos habían sido cancelados, dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, este viernes en MSNBC. “Varios de los centros aéreos más grandes se ven afectados”, agregó.
De acuerdo a la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA), unas 112 millones de personas tenían previsto conducir al menos 80 kilómetros entre el 23 de diciembre y el 2 de enero.
Varios estados, incluidos Nueva York, Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte, se declararon en emergencia.
“La gente debería quedarse en casa, no aventurarse en las carreteras”, dijo a CNN el gobernador de Kentucky, Andy Beshear.
“Las condiciones de ventisca pueden desarrollarse muy rápidamente”, agregó, e indicó que la Guardia Nacional se desplegó en el estado. Beshear confirmó la muerte de tres personas en las carreteras de Kentucky.