El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó este jueves que está dispuesto a hablar con su homólogo ruso, Vladímir Putin, pero solo para acabar la guerra en Ucrania.
Estoy dispuesto a hablar con Putin si decide que está preparado para buscar formas de acabar con la guerra”, afirmó en una rueda de prensa en la Casa Blanca junto al mandatario francés, Emmanuel Macron.
Biden dijo que esa conversación con Putin ocurriría, hipotéticamente, en consultas con Francia y el resto de sus aliados de la OTAN.
Pero hasta ahora, según señaló, el líder ruso no ha mostrado señales que faciliten ese intercambio. “Mientras tanto, creo que es absolutamente decisivo, tal y como ha dicho Macron, que apoyemos a la población ucraniana”, agregó.
El mandatario estadounidense recalcó que Putin ha errado en todos sus cálculos efectuados hasta ahora y al pensar que “iba a ser recibido con los brazos abiertos” por las partes rusoparlantes de Ucrania.
“La pregunta es, ¿cómo va a salir de la circunstancia en la que se ha metido? Estoy dispuesto si quiere hablar”, añadió en esa comparecencia.
Macron subrayó que quien quiso iniciar la guerra en febrero fue Putin y que es “legítimo” que el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, establezca condiciones previas.
“Nunca urgiremos a los ucranianos a alcanzar un compromiso que no sea aceptable para ellos (…) porque eso nunca construiría una paz duradera. Si queremos una paz duradera tenemos que respetar que los ucranianos definan el momento y las condiciones en las que negociarán sobre su territorio y su futuro”, dijo el presidente francés.
Su reunión, según Biden, sirvió para reafirmar que Francia y Estados Unidos se mantienen juntos, junto a sus aliados europeos, de la Unión Europea y del G7, “contra la brutal guerra de Rusia contra Ucrania”.
El presidente estadounidense admitió que nunca pensó que el conflicto fuera a ser tan violento, pero dejó claro que Putin no ganará.
“Cree que puede hacer añicos la voluntad de todos los que se oponen a sus ambiciones imperialistas atacando infraestructuras civiles en Ucrania, ahogando la energía en Europa, elevando los precios al exacerbar la crisis alimentaria. (…) Pero no va a tener éxito”, recalcó.
También reiteraron su firme determinación de hacer que Rusia rinda cuentas por atrocidades y crímenes de guerra ampliamente documentados, y de seguir coordinándose con el resto de aliados en el envío de ayuda a Ucrania.