La directora de Equidad de Género y Justicia Social en Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Lídice Ortega, detalló que se ha realizado un diagnóstico para que sirva para iniciar la elaboración de una política social.
“Que nos sirva para la prevención del embarazo en adolescentes, estamos trabajando de la mano con diferentes secretarías de Estado e instituciones que tienen un amplio recorrido en la formación de valores”.
“En el tema de salud y educación sexual integral. A la Presidente Xiomara Castro le parece urgente que tomemos acciones inmediatas para que normemos de qué manera socialmente vamos asumir la prevención del embarazo en adolescentes”, indicó Ortega.
Al tiempo aseguró que se trabaja para saber cómo involucrarse comunitariamente en el cuidado de las y los adolescentes que son de mayor vulnerabilidad en temas de violencia, violencia sexual, y la en la salud sexual integral.
Mediante trabajos conjuntos también se busca proteger y ayudar a las madres adolescentes, que muchas de ellas viven en situaciones vulnerables o que son marginadas.
“Creemos que es necesario para esta situación específica involucrar la familia, involucrar las líderes comunitarias y ver como maestros y las mismas iglesias nos juntamos en un plan estratégico, social para evitar que más adolescentes se conviertan en madres”.
“Somos el segundo país con mayor incidencia de embarazos en adolescentes, hay departamentos con mayores números como Cortés, Francisco Morazán, Intibucá, Gracias, queremos hacer acciones integrales y participativas”, señaló Ortega.
El Congreso Nacional (CN), aprobó una ley de educación integral para prevenir los embarazos en adolescentes, donde uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años.
La ley busca promover y garantizar “la enseñanza de la educación integral de prevención al embarazo adolescente basada en un enfoque de derechos” en todas las modalidades del sistema educativo público y privado.
Esta busca prevenir los embarazos no deseados y difundir el conocimiento del uso de los métodos anticonceptivos modernos en las personas adolescentes sexualmente activos y en madres adolescentes.
Según cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), 1 de cada 4 partos es de una menor de 19 años en Honduras, país que ocupa el segundo puesto en América Latina con el mayor número de embarazos en adolescentes.
La Secretaría de Salud (Sesal) informó que hasta agosto del año 2022 ya se registran 38,217 partos en mujeres adolescentes, mientras que en el mismo período del año 2021 fueron 36,997 casos.
Según los datos la cifra incluye los alumbramientos hospitalarios y extrahospitalarios realizados en clínicas privadas o en casa por parteras.
Hasta esa fecha del 2022 se reportaba un aumento de 1,220 niñas embarazadas en relación al año 2021.
Los embarazos en adolescentes tenían un aumentado en porcentajes más altos en las niñas con edad entre los 10 y 14 años, y con aumentos leves entre los de 15 a 19 años.
El embarazo en adolescentes ocurre por múltiples razones, algunas de ellas son: Abuso, violación o explotación sexual, inequidades en educación con mayor nivel de desescolarización, mayores niveles de pobreza, condición de desplazamiento o situaciones de conflicto.
La mayoría de los embarazos en adolescentes son no planificados y no deseados. En estas edades, el embarazo puede ser producto de violencia física, y el riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo, parto y postparto se duplica si las niñas quedan embarazadas antes de los 15 años de edad.
Las niñas de entre 10 y 14 años tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el embarazo y el parto. Mientras que entre los 15 a 19 años tienen el doble de probabilidades que las de más de 20 de morir en el parto o el embarazo y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un 50 por ciento superior. Cada año, unos 3 millones de niñas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.
