La huelga en la Cervecería Hondureña, que comenzó el 6 de diciembre, está teniendo un impacto económico significativo en el país. La suspensión de actividades afecta a más de 85,000 pequeños negocios y unos 3,200 empleados directos, mientras que se estima que más de 425,000 personas relacionadas con la distribución de bebidas experimentarán una reducción de hasta el 40 % en sus ingresos. Además, el Estado pierde aproximadamente 16 millones de lempiras diarios en recaudación de impuestos durante esta temporada clave para el consumo.
El conflicto surgió por desacuerdos entre la empresa y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Bebidas y Similares (STIBYS) sobre un nuevo contrato colectivo. A pesar de los intentos de mediación por parte de la Secretaría de Trabajo, no se ha logrado un acuerdo, lo que llevó al sindicato a declarar una huelga indefinida. Las festividades navideñas se ven amenazadas, con desabastecimiento de productos clave para esta época del año
La Cámara de Comercio de Cortés y otros actores económicos han hecho un llamado al diálogo urgente para resolver la situación, ofreciendo incluso espacios neutrales para reanudar negociaciones
