Nueva York, 12 dic (EFE).- Tres hombres presentaron este jueves demandas separadas en la Corte Suprema de Nueva York donde acusan a Sean «Diddy» Combs -también conocido como «Puff Daddy»- de violación y agresión sexual en incidentes supuestamente ocurridos entre 2019 y 2022, en todos los casos después de haberles agasajado con bebidas adulteradas.
Los demandantes, que han preferido mantener su condición de anonimato, denunciaron que el magnate musical los agredió sexualmente durante «mucho tiempo», y que utilizó tácticas que coinciden con el ‘modus operandi’ del que le acusaron otras víctimas anteriormente.
La forma en que Combs conseguía quedarse a solas con esto hombres era «espantosamente premeditada», pues primero «los noqueaba con bebidas» adulteradas y luego «los violaba», dijo Thomas Giuffra, abogado de los tres hombres, a la prensa estadounidense.
«Los tres tienen miedo de que una noche alguien relacionado con él (Sean Combs), contratado por él, pueda acabar con sus vidas», afirmó Giuffra justificando su anonimato.
Uno de los hombres habló con la cadena NBC y dijo que fue empleado de Combs entre 2006 y 2018 haciendo recados, y que, aunque no eran «amigos, amigos», tampoco esperaba ser agredido cuando se reunió con él a principios de 2020 en un hotel de Nueva York.
«La frase que retumba en mi mente todo el tiempo es ‘Ya casi he terminado, deja de moverte'», rememoró la víctima reproduciendo las palabras de Combs.
Los demandantes piden a Combs y a sus empresas -Bad Boy Entertainment, Daddy’s House Recording- y a Sony Music una indemnización no especificada hasta el momento y la celebración de un juicio con jurado.
La acusación, además, alega que «Diddy» silenció a las víctimas mediante chantaje y violencia, incluyendo secuestro, incendios provocados y palizas físicas.
Según la Fiscalía, Combs utilizaba su imperio empresarial para obligar a las víctimas a participar en encuentros con trabajadores del sexo que él dirigía y grababa.
Combs (55 años) se encuentra detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn (Nueva York) y se enfrenta actualmente a un proceso penal en la Gran Manzana, donde se ha declarado inocente de los cargos de coaccionar y abusar de mujeres y hombres durante años, supuestamente con la ayuda de sus empleados.
«Estas denuncias están llenas de mentiras. Demostraremos que son falsas y pediremos sanciones contra todos los abogados poco éticos que presentaron causas ficticias contra él», dijo el equipo legal de Combs en un comunicado este jueves.
El rapero, cuyo juicio se celebrará en 2025, ha negado anteriores cargos contra él, calificando las acusaciones de «repugnantes» y procedentes de personas que buscan un «dinero rápido».
Dos jueces han rechazado conceder la libertad bajo fianza del rapero, la última el pasado septiembre, advirtiendo sobre una posible manipulación de testigos.